Plan Nacional de Promoción del Tango


      La semana pasada se concretó en la ciudad de Mendoza la primera aplicación del Plan Nacional de Promoción del Tango, que consiste en una serie de actividades tendientes a capacitar a los artistas y al público en general en esta expresión típica de la ciudad de Buenos Aires, pero también muy representativa de todo el país. Esta primera aplicación del plan se basó en seminarios para músicos profesionales, o al menos avanzados, pero hubo también clases de baile para diferentes niveles, cuatro conferencias, un concierto de cierre y una milonga de gala. Todo gratuito, organizado por la Secretaría de Cultura de la Nación.
      Este capítulo 1 del plan se llevó a cabo entre el miércoles y el sábado de la semana pasada. Los seminarios que constituyeron la parte medular del plan fueron dictados por solistas de la Orquesta de Música Argentina Juan de Dios Filiberto: el pianista Oscar De Elía, la violinista Brigitta Danko, el bandoneonista Horacio Romo y el contrabajista Sergio Rivas, a quienes se les sumó el guitarrista Javier González, director de la Orquesta Escuela de Tango de Morón. Los alumnos de esos seminarios tuvieron tres días de formación y práctica con vistas a una presentación, el último día del plan, en un concierto final de cierre junto a artistas consagrados. Así fue, nomás: músicos, estudiantes de música y aficionados de nivel avanzado armaron versiones de diferentes tangos y actuaron por secciones o en un todo en el concierto de cierre, en el Teatro Independencia (el más prestigioso de la provincia) con las actuaciones de primeras figuras como Mora Godoy, Horacio Ferrer y Hugo Marcel.
      Una de las charlas más interesantes fue la que dio Raúl Garello, el virtuoso bandoneonista y director de orquesta sobre los arreglos. Definió a los arregladores como “una raza de músicos que ha caído injustamente en el olvido, una raza de unos pocos que tuvieron algunas capacidades extraordinarias, a pesar de ser muchas veces de perfil bajo”. Además dio varios ejemplos de cómo algunos arregladores jerarquizaron algunos tangos y dijo que contribuyeron al enaltecimiento de muchos músicos y cantores. Para Garello, los requisitos que debe tener un arreglador completo son: conocimientos de armonía y contrapunto, capacidad de instrumentación y talento.
      La lista de los que él considera más destacados, incluye a Balcarce, Darré, Francisco de Caro, Demarco, Gobbi, Grela, Libertella, Marconi, Juan José Paz, Plaza, Pontier, Pugliese, Requena, Rovira, Salgán, Spitalnik, Stampone y Troilo.
      Citó el caso de Francia, donde los arregladores reciben un 5% de los derechos de autor. Evocó el intento de Argentino Galván y Héctor Artola, dos de los más grandes arregladores del tango, por formar una asociación de arregladores, pero que se diluyó rápidamente.
      Garello fue arreglador de Troilo, de Goyeneche y del trío Baffa-Berlingieri. Su trabajo con Troilo fue motivo de varios comentarios y preguntas. La ya mitológica goma de Troilo (con la que borraba lo que hacían algunos de sus arregladores) fue algo que muchos la padecieron (como el gran Ástor Piazzolla) y, al mismo tiempo, mucho disfrutaron, porque el resultado final de lo que Troilo tocaba era en general muy popular. “Troilo sabía que el silencio era muy importante. Tenía la sabiduría de escribir lo menos posible”, opinó Garello.

Tocata para Sexteto de y por Raúl Garello
Aves del mismo plumaje de y por Raúl Garello

En la imagen, Raúl Garello. 


Libreto del programa n° 14 de Melografías, emitido el 27-9-2011 por Radio Semilla, FM 106,7 MHz de la ciudad de Buenos Aires.