Fats Waller


      De piano y de jazz será hoy la cosa, porque vamos a conocer a Fats Waller, un pianista afroestadounidense que vivió durante la primera mitad del siglo XX. Vivió apenas 39 años, pero en ese corto período de vida logró hacer un aporte fundamental a la historia del jazz.
      Fats Waller, que en realidad se llamaba Thomas Wrigth Waller, es el más importante referente del estilo stride. ¿Qué es el estilo stride? En lo esencial, es un estilo de medio tiempo, o sea de ritmo más bien lento. De hecho, “stride” quiere decir “zancada” o “paso largo”. Sobre ese ritmo como planchado, no por eso menos sincopado, suele haber melodías contrastantes. Otros rasgos del stride son: los ritmos cruzados (tocando cada mano uno diferente en el piano), la polirritmia (varios ritmos simultáneos) y el uso de todo el rango del piano, algo que se había hecho poco y nada en la música popular.
      Waller nació en 1904 en Nueva York. Cuando todavía era un niño, su papá, que era predicador bautista, le enseñó a tocar el órgano y a los 15 ya lo tocaba en la iglesia donde trabajaba su papá. Tras recibir lecciones de piano y composición para música clásica, en 1922 (o sea con 18 años) hizo su primera grabación, que fue de blues. Un año más tarde empezó a actuar en radio y se hizo un buen nombre como compositor.
      Entre 1927 y 1929, Fats Waller tuvo un gran éxito como autor de canciones para espectáculos teatrales de Broadway. De esa época datan sus clásicos Honeysuckle rose (Rosa madreselva), Black and blue y Ain’t misbehaving. Waller tuvo también varias participaciones en cine, la más famosa de las cuales fue en la película Stormy weather, filmada en 1943 con la cantante Lena Horne como figura principal y en la que Fats hace de sí mismo.
      En cuanto a su formato instrumental, Waller tuvo básicamente dos modos de presentación: como solista y como líder de grupos reducidos, por lo general compuestos por clarinete, trompeta, guitarra, bajo y batería, además de su piano, claro. El más duradero de esos conjuntos de “jazz de cámara” fue Fats Waller and his rhtythm, que en los nueve años que van de 1934 a 1943 grabó algunas de las versiones más características de Waller. Los historiadores del jazz hacen notar que en plena época de las big bands, él prefirió esa modestia de los grupos de no más de seis músicos.
      Uno puede adivinar que Fats Waller fue negro con sólo escucharlo. Hay algo muy afro en esa voz grave, juguetona, onda Louis Armstrong, pero sobre todo en esa pronunciación y en esa capacidad para transmitir alegría, no sólo tocando el piano, sino también cantando y haciendo scat, esa especie de tarareo que imita a un instrumento. Porque Waller fue, como nos gusta a los oyentes tribuneros, no sólo un gran artista sino también un showman. Escuchémoslo, sino, en estas tres grabaciones:

Rhythm and romance
Oooh!, look, ain’t she pretty?
Ain’t got anybody (de Spencer Williams) una canción que para los que somos más de finales del siglo XX reconocemos mucho en la voz de David Lee Roth que la grabó pegada a Just a gigolo.


Libreto del programa n° 15 de Melografías, emitido el 4-10-2011 por Radio Semilla, FM 106,7 MHz de la ciudad de Buenos Aires.