Con un estilo cautivante, tan cálido como hondo, La Negra
Chagra cubre un amplio espectro de la canción folclórica en Esta tierra es
hermosa, su tercer disco solista. Lo presentará los dos
próximos miércoles en Café Vinilo.
En primer y segundo año del secundario, María
Elena Chagra Nasser (más conocida como "La Negra Chagra") tuvo un
profesor de historia bastante particular: Gustavo Leguizamón, alias “El Cuchi”.
A fin de la cursada, aquel docente excéntrico fue el único que se ofreció a
acompañar a los alumnos en el viaje de egresados a Tucumán y Santiago del
Estero. Según ella misma le contó a la periodista Karina Micheletto del diario
Página 12, Leguizamón conseguía que les dieran de comer en todos en los
restaurants más caros a cambio de que él tocara el piano para los
comensales.
Podría ser un dato anecdótico
más en la vida de esta cantante salteña, pero el vínculo entre ambos se reeditó
de manera mucho más directa en 1989, cuando La Negra estaba de gira por Francia
y, tras encontrarse con El Cuchi, compartieron varias actuaciones en
diferentes ciudades de la costa azul. Poco después, la admiración por el
ex-profe de la secundaria (además vecino de su casa paterna en Salta), la llevó
a grabar en su primer disco solista piezas como La arenosa, Maturana
y La pomeña, entre otras antológicas compuestas por el Cuchi en
complicidad con el poeta Manuel Castilla.
En los
siguientes discos, Chagra fue diversificando su repertorio, aunque siempre con
eje en los grandes autores del cancionero folclórico argentino. A tal punto que
en los últimos dos cubre no sólo mayor cantidad de autores sino también un
amplio espectro de regiones a través de sus géneros típicos. De hecho, en Esta
tierra es hermosa –de reciente edición a través de Acqua Records– María
Elena no se ciñe a los parámetros clásicos de zamba, gato y chacarera sino que
también aborda otras formas típicas del NOA (huayno, vidala, bailecito,
taquirari), un par del Litoral (chamamé y chamarrita) y hasta un huapango
mexicano.
Clara,
expresiva y cálida, la voz grave de Chagra va subrayando la poesía de los versos con
una cadencia personal, muchas veces alejada de las habituales para cada
canción. Se demora en el candor de Sapo cancionero, asume con vivacidad
el mensaje testimonial de Coplas al compadre Juan Miguel y el lamento del
takirari Tanto te amé. Así como sabe quebrar la voz al
estilo puneño para las irreverencias de Coplas de Tata Dios, un par de pistas
después es capaz de llevarnos a una atmósfera más urbana para la Milonga de Gauna,
del uruguayo Jaime Roos.
En la
construcción de matices colaboran las variadas instrumentaciones que cada
canción mereció por parte de Leonel Iglesias, arreglador y director musical de
la placa. A su disposición tuvo un puñado de hábiles músicos: el percusionista
Hernán Islas (presente en casi todas las pistas), el guitarrista Daniel Pérez,
la acordeonista Adriana Leguizamón y los contrabajistas Juan Porzio y Víctor
Sanders, entre otros. De los logrados ensambles, sólo desentona por momentos el sonido de la batería, acaso por la introspección que suponen algunos temas.
Otra
particularidad que suma encantos a este CD es que al principio de varias de las
pistas aparecen las voces de algunos de los autores comentando lo que se
escuchará a continuación. El cantor Hugo Chagra pondera la letra de Alejandro
Flores para Sapo cancionero, el poeta Albérico Mansilla reflexiona sobre
el desarraigo en una especie de prólogo a su Viejo Caá Catí y el también
poeta Miguel Ángel Pérez revela el sustento biográfico de La virutaivino,
una hermosa zamba creada en colaboración con Gerardo Núñez que guarda
parentescos con Balderrama.
Esta tierra
es hermosa depara dos rarezas, oportunamente relegadas al final. Por un
lado, el huapango ¿Adónde te vas paloma?, de Chavela Vargas y Mario
Ávila, con un recitado introductorio de la matrona azteca y la participación
del cantante en un dúo con María Elena. Por otro, el tango Pedime
lo que querés (de Andrés Caruso y Francisco Canaro), que, si bien como
"bonus track" introduce una nota de humor en el compilado, resulta
una heterodoxia difícil de justificar en el concepto general del disco. Nada
significativo ni determinante en un trabajo muy cuidado, atractivo en varios
planos, digno de atención. Sus virtudes serán puestas a prueba en la interpretación
en vivo que La Negra Chagra ofrecerá de este nuevo material los dos próximos miércoles (27 de junio y 4 de julio) desde las 21 en Café Vinilo, Gorriti 3780,
CABA.
Con este,
Chagra suma un tercer CD a su carrera solista. Cabe agregar que
desde sus primeros pasos profesionales –a principios de los '80– la artista salteña también
desarrolló una intensa carrera integrando diferentes conjuntos folclóricos,
como Mensaje (dedicado a la música latinoamericana en general), Allaquí
(focalizado principalmente en la obra de Sara Mamani, con quien además trabajó) y junto a Jaime Torres, acaso el máximo referente del charango en
la Argentina. Todas experiencias que mucho deben haber pesado en las decisiones
que tomó al armar este nuevo disco solista.
Carlos Bevilacqua
Publicado el 25-6-2012.
En la imagen, la portada del
disco.