La pareja deleitó anoche en un recital lleno de romanticismo y buen gusto, como parte de la programación del Festival del Jazz de Buenos Aires. El show, ofrecido en el Teatro Sarmiento, incluyó canciones en castellano y en inglés, además de mucha música cinematográfica.
“Pare de sufrir, el arte puede ser elevado y al mismo tiempo fácil” parecen decir Isabel de Sebastián y Bob Telson al dar conciertos como el de anoche que formó parte del Festival de Jazz de Buenos Aires. En el Teatro Sarmiento, una rareza dentro del predio del zoológico porteño, la cantante argentina y el pianista estadounidense recorrieron hermosas melodías de tono romántico, escritas casi todas por él. “Vamos a hacer canciones de diferentes eventualidades teatrales, pero no sólo de jazz”, anunció ella, sensual, desde un pantalón con varias capas, al comienzo del show. Se quedó corta, porque los sonidos que vinieron después también evocaron imágenes cinematográficas. Es que Telson fue autor de decenas de músicas para obras y películas de trascendencia internacional, concebidas en Estados Unidos.
Como parte del buen gusto general que dominó la noche, De Sebastián y Telson tuvieron el tino de convocar al dúctil armonicista Franco Luciani y a un mini-coro integrado por Andrea Báez y Marcelo Cenandi. Ellos acompañaron con oportunas intervenciones en piezas como Show me your face, una balada que supo cantar Donald Sutherland, una canción escrita para el film nacional La vida según Muriel y en Barefoot, escrita por Telson en el hostil clima del norte de Alaska durante la filmación de una película. En su parte medular, la letra dice: “Soy capaz de caminar descalzo sobre el hielo si me dejás la puerta abierta”. De ese tipo de frases, casi siempre en inglés, estuvo hecha la noche. Pero la canción acaso más conmovedora de todas fue el leit motiv de la película “Bagdad Café”: I ‘m calling you, cantada primero por Telson (quien no desentonó en los difíciles agudos del estribillo), luego por De Sebastián (tan técnica como expresiva) y, a su tiempo, también por Luciani, ya desde su armónica, esa que parece cobrar vida propia cada vez que la sopla. A su vez, Telson se dio el gusto de piropear a su pareja con el teclado al lucirse en la interpretación de Regalito, un bellísimo tema casi todo instrumental que le compuso hace 18 años.
La magia que propiciaron pianista y cantante logró arrancar al público de la tristeza típica del domingo a la noche. Hasta hubo lugar para una referencia local de alto poder emotivo: la de Aquí, una lograda canción sobre Mercedes Sosa, escrita por el matrimonio internacional hace algo más de un año, y que la Negra llegó a cantar pero no a grabar. Para despedirse, De Sebastián eligió el standard Polkadots and moonbeams, tanto como para demostrar que no se olvidaban de que el contexto era el de un festival de jazz. Al espectador-oyente le sirvió para conjeturar que si hubiesen optado por un repertorio exclusivamente jazzero también la hubiese pasado bien.
Sobre el mismo escenario, había otro show programado a continuación, lo cual limitó cualquier posible prolongación. Aunque ininterrumpidos, los 50 minutos del show resultaron escasos. Tal vez influya la comparación con otros conciertos del festival, que pudieron extenderse más. ¿O será que cuando la experiencia es grata el tiempo vuela?
Carlos Bevilacqua
Foto: Telson y De Sebastián. Gentileza Festival de Jazz de Buenos Aires.
Publicado el 7-12-2009.