En nuestro afán por reseñar a los músicos más importantes de la era del swing, hoy vamos a hablar de Benny Goodman, clarinetista y director de orquesta que fue uno de los más populares en ese período de auge del jazz bailable que abarcó la última parte de la década de 1920, toda la década siguiente y buena parte de la década del ‘40.
En su libro Jazz, el musicólogo Richard Carlin dice que la orquesta de Benny Goodman fue probablemente la más precisa y bien ensamblada de todas las de su época. “Su vigoroso y centelleante sonido –señala Carlin– se convirtió en el motor perfecto de la locura del baile desencadenada por el swing”. Aparentemente, el mismo Goodman atribuía su éxito al hecho de que su banda interpretaba una música muy significativa para una generación de jóvenes llenos de energía.
El autor hace después una comparación con lo que ocurriría unos años después con el rock, también impulsado por el baile. La comparación es muy oportuna, no sólo por los parecidos sociológicos entre un fenómeno y otro, sino por los vínculos que unen al swing y al rock and roll en lo coreográfico. El swing es un baile de pareja, pareja que por momentos se toma sólo con una mano, con giros similares a los del rock, entre otros parecidos. Puede llegar a ser una danza muy rápida, además, según el ritmo de la música y suele incluir piruetas, o sea saltos y figuras muy vistosas, de cierto riesgo para el físico de los bailarines. Todo lo cual conlleva y genera una energía muy particular, muy vital.
Volviendo a Benny Goodman, responsable de esos ambientes tan dinámicos, es importante aclarar que fue blanco. Y es importante no sólo porque en la época que él se inició (allá por los años '30) la mayoría de los músicos destacados de jazz eran negros, sino porque fue uno de los primeros en quebrar la barrera de segregación racial que había entre blancos y negros al contratar a músicos negros que con el tiempo serían estrellas del género, como el pianista Teddy Wilson, el guitarrista Charlie Christian y el vibrafonista Lionel Hampton. Músicos blancos que crecieron bajo su batuta fueron el baterista Gene Krupa y el trompetista Harry James. Todos nombres que probablemente suenen en el oído del oyente.
Según Carlin, la carrera de Goodman pudo evolucionar rápidamente gracias a su excepcional habilidad para leer música a primera vista (hecha la aclaración de que en esa época eran relativamente pocos los músicos que sabían leer partituras). Otra clave de su carrera habría sido el encuentro con el productor musical John Hammond, que al advertir su talento se asoció a él y empezó a darle consejos que con los años redundaron en éxitos masivos.
Los invito a bailar a como dé con la orquesta de Benny Goodman. Vamos a ir de menor a mayor, como tantas veces conviene, con:
Stardust (Charmichael)
I know that you know (Youmans - Harback - O’Dea)
Get happy (Arlen - Kohler)
Libreto del programa n° 9 de Melografías, emitido el 23-8-2011 por Radio Semilla, FM 106,7 MHz de la ciudad de Buenos Aires.