Intenso Danza (1 de 2)


      Este fin de semana largo que pasó se llevó a cabo en Buenos Aires el I Festival Intenso Danza, un encuentro organizado por el actor, cantante y bailarín Rodrigo Pedreira. ¿En qué consistió Intenso Danza? El corazón del festival estuvo dado por más de 70 clases con maestros nacionales y extranjeros, pero también hubo charlas, recitales, una feria de productos relacionados con la danza y una fiesta de cierre. En esta primera edición, el festival estuvo dedicado al jazz, el swing, el tap y el hip hop.
      La verdad es que el festival no fue tan intenso como en principio suponíamos, sobre todo porque la convocatoria de público fue relativamente baja y también por algunas falencias de organización que le restaron fluidez. Donde sí hubo intensidad, al menos en cuanto a calidad, fue en las clases, por el peso específico de los maestros convocados y por el provecho que los alumnos pudieron hacer de los conocimientos de esos docentes. Hablamos de referentes como Laura Roatta, Margarita Fernández, Gustavo Carrizo, David Señorian (jazz), Omar Coelho (swing), Jimena Olivari y Mónica Povoli (tap). Ellos dieron clases para tres niveles diferentes y algunos de ellos brindaron clases magistrales y sesiones de estiramiento. Todas esas clases fueron aranceladas.
      Las demás actividades, en cambio, fueron gratuitas. Y fue en esas actividades, muy interesantes y variadas, donde los organizadores hicieron agua, porque hubo muchos cambios de horarios y de sedes hasta pocas horas antes de las actividades y en casi todas fueron demasiado impuntuales. Aun así, fue valioso el sustrato que se pudo obtener de las charlas con referentes del jazz y de la comedia musical, que fue el otro gran eje de Intenso Danza en su edición 2011. No casualmente, sino porque el jazz, el swing y el tap son disciplinas que suelen nutrir mucho a las comedias musicales.
      La primera charla fue la que dio el coreógrafo Ricky Pashkus, una especie de gurú del teatro musical en la Argentina, que se definió como “un ser excitado”, en el sentido de que se entusiasma mucho con su trabajo. Llamó a no sentir vergüenza de esa excitación porque la sociedad tiende a condenarla por pacatería. Como confirmando sus palabras, fue muy vehemente al decirlas.
      Un rato más tarde, fue el turno del actor, cantante y bailarín Darío Petruzio. Después de contar cómo llegó a la comedia musical, Petruzio dijo: “Hoy los jóvenes se frustran muy rápidamente porque hay poca paciencia y para hacer carrera como artista es necesario tener paciencia". Más tarde, contó que en su escuela de comedia musical los alumnos se preparan para las audiciones. En ese sentido, recomendó estar preparados para situaciones tensas y trabajar la autoestima, así como una definición anticipada de la canción, la ropa y la coreografía para poder concentrarse en la expresión. Consultado sobre qué lo emociona más de un bailarín, dijo: "El talento y una técnica desarrollada, tanto que le permita lucir despreocupado de la técnica, como para que puede conectarse consigo mismo y sentir un impulso emocional".
      Al día siguiente, el primero en disertar fue Carlos Casella, también actor, bailarín y cantante. Casella analizó su experiencia como integrante de la compañía El Descueve, que no era de comedia musical, sino de danza-teatro y que fue pionera en cuanto a la autogestión en el rubro. Entre otras anécdotas, contó que ellos mismos salían a pegar los afiches de vía pública, una semana antes del estreno, por el presupuesto limitado del que disponían. Respecto del aporte artístico de El Descueve opinó que también fueron pioneros en el cruce de lenguajes entre el teatro, la danza y la música.

Jersey bounce (Bradshaw – Johnson - Plater) por Benny Goodman
Anything goes (Cole Porter) por la Orquesta de Count Basie con Tony Bennett
Blue Moon por la Orquesta de Tommy Dorsey


En la imagen, Ricky Pashkus.

Libreto del programa n° 16 de Melografías, emitido el 11-10-2011 por Radio Semilla, FM 106,7 MHz de la ciudad de Buenos Aires.