¿Qué es un arreglo? Vamos a tratar de responder a esa pregunta no sólo con palabras, sino también escuchando ejemplos concretos de un mismo tema arreglado de diferentes maneras.
Podemos empezar diciendo que un arreglo es una adaptación de una obra musical. Esos arreglos o adaptaciones se realizan por diferentes motivos. Por ejemplo, para llevar una orquestación de un formato a otro. Por ejemplo, si yo tengo las partituras de una chacarera para bombo, guitarra y violín y quiero hacer esa misma chacarera con trompeta, saxo tenor y clarinete, voy a tener que distribuir los roles de los primeros tres instrumentos entre los tres que yo quiero usar. Eso va a suponer una determinada estrategia, un plan, más allá de los ensayos de prueba y error que tanto sirven.
Otro ejemplo: soy un músico muy creativo, estoy lleno de ideas y producto de mi trayectoria fui desarrollando un determinado perfil estético (no me gusta cualquier forma de tocar un tema, tengo mis preferencias). Me encargaron un CD con clásicos del tango. ¿Los voy a tocar como suenan en sus versiones más conocidas? Desde ya que no, voy a poder (y voy a querer) dar mi visión de esos temas, respetando lo más posible la esencia de la obra original, el espíritu de lo que el autor quiso plasmar.
En un informe sobre los arreglos escrito por Carlos Bevilacqua para la revista El Tangauta, varios músicos dan sus opiniones. Entre las respuestas a la pregunta “¿qué es un arreglo?”, hay allí una que es muy ilustrativa: la de Ramiro Gigliotti, guitarrista y bailarín de tango, quien dice: “El arreglo es como la pilcha de un tema musical”. Una metáfora probablemente influida por el significado de “arreglo” entre las personas, particularmente entre las mujeres, que se “arreglan” antes de salir. Arreglarse es vestirse, pero también, maquillarse, peinarse, etc. Algo así es lo que hace un arreglador con la pieza que arregla.
Otro que me da ahí su respuesta es el contrabajista Hernán Paglia, quien observa que el arreglo habilita cierta creatividad “porque con los medios disponibles y desde la época en que te toca vivir, podés dar tu interpretación de lo que el autor quiso expresar cuando creó la obra”.
¿Pero qué es, concretamente, lo que se modifica, dónde meten mano los arregladores? El de los arregladores es un campo de acción muy amplio: pueden modificar los roles de cada instrumento, la estructura de los compases y, en algunos casos, incluso la rítmica.
¿Hasta dónde puede llegar un arreglo sin desnaturalizar la obra? Entrevistado por el mismo periodista en Página 12, Horacio Salgán responde: “En mi opinión, el arreglo debe respetar siempre la melodía que el compositor ha creado. En segunda instancia, encontrar y respetar el espíritu general de la obra. Es decir, si el compositor quiso escribir algo romántico, no transformar esa pieza en algo crudo. Una vez expuesta la melodía, en su repetición puede haber alguna modificación, pero siempre tiene que estar presente el espíritu general de la obra”.
Vamos a tomar una obra de Horacio Salgán, el tango Don Agustín Bardi para ejemplificar cómo se puede vestir una misma obra con diferentes ropas.
Don Agustín Bardi (Salgán) por la Orquesta Típica de Horacio Salgán con arreglo de él mismo.
Don Agustín Bardi (Salgán) por el Cuarteto El Caburé con arreglo de Ezequiel Ordóñez, pianista del grupo.
Don Agustín Bardi (Salgán) por el Quinteto Ventarrón con arreglo de César Angeleri.
En la imagen, Horacio Salgán.
Libreto del programa n° 16 de Melografías, emitido el 11-10-2011 por Radio Semilla, FM 106,7 MHz de la ciudad de Buenos Aires.