El bajista Alejandro Herrera vuelca su vasta experiencia
profesional en los nueve temas que compuso para Behind the bass, su segundo
disco solista. El resultado, rico en texturas sonoras, transmite en su mayor
parte una fuerza impactante.
Si bien el
nombre de este disco es Behind the bass (Detrás del bajo) bien podría haberse
llamado Alrededor del bajo. Sus nueve pistas dan una cabal muestra de los roles
que ese instrumento ‒de común el de menos relieve en las formaciones que integra‒ puede
llegar a tener en manos de un experto. Aunque el tono general de los temas (compuestos
todos por el propio Herrera) transmite una energía poderosa, a la vuelta de la
esquina siempre hay lugar para otro clima. Como resultado, cada segmento ofrece
un fascinante collage de texturas sonoras. Diálogos entre los instrumentos,
riffs que van y vienen, y un permanente juego entre tensión y relajación
conforman una atractiva sucesión de contrastes.
Las tramas son
urdidas en conjunto por Alejandro en bajo, Diego Ortells en piano fender,
Gustavo Camara en saxo tenor, James Suggs en trompeta y Fernando Martínez en
batería como quinteto básico. En algunos tramos se suman o reemplazan a los nombrados, Tomás Babjaczuck y Cristophe Bras en
batería, Claudio Rossi en trompeta y flugelhorn, Sergio Gruz en piano, el uruguayo Ricardo
Nolé en piano acústico o fender y, en uno de los temas, Matías
Herrera, hijo de Alejandro, en hofner violin bass (un bajo especial
que popularizara Paul McCartney). Todos siguieron las ideas de Alejandro con
oficio, talento y entrega. Es más: Ortells participó de la producción del disco y
Martínez colaboró tanto en la grabación como en la mezcla.
En lo
estilístico, las piezas del álbum hablan un lenguaje afin al llamado jazz
contemporáneo, pero también suenan en muchos pasajes en clave funky, así como
en otros abrevan en ritmos de bossa nova. Resulta curioso que la mayor parte de los temas lleven nombres en inglés. Las
excepciones son La Fonte D'Oro (en alusión al café marplatense), Mubutu y
Brasil '70 (homenaje al seleccionado brasileño de fútbol de aquel año), según
señala el propio Herrera en el arte de tapa.
Herrera se
hizo amigo del bajo desde niño y en sus casi 30 años de carrera profesional
formó parte de las agrupaciones de Baby López Furst, Horacio Larumbe, Pocho
Lapouble, Fats Fernández, Gustavo Bergalli, Luis Salinas, Pappo, Rubén Rada,
Sandra y Celeste, Alejandro Lerner y Valeria Lynch, entre otros. A nivel
internacional, compartió escenario con los guitarristas Al Di Meola y Scott
Henderson, además de integrar desde 1992 un quinteto junto al saxofonista
austríaco Karlheinz Miklin.
En paralelo, ha
ido desarrollando una intensa actividad docente. Supo dictar seminarios de bajo
en prestigiosas instituciones de Argentina y Europa, es profesor de Bajo,
especialidad jazz en la Escuela de Música Popular de Avellaneda, de Bajo especialidad
jazz y Práctica conjunto jazz en la Escuela Provincial Leopoldo Marechal de
Ramos Mejía, y de Bajo y Práctica de conjunto en la Escuela de Música Contemporánea
de Buenos Aires.
Como líder de su
proyecto solista, ya había editado el CD Minority Report en 2003. Con
Behind de bass, editado en 2011, Herrera impacta con un sonido fuerte, lleno de
aristas para analizar y disfrutar en numerosas escuchas.
Carlos Bevilacqua
Publicado el 16-6-2012.