Noticias breves (julio 2015)


Arribo a buenos puertos
Autores de diferentes litorales, aunque con predominio del mesopotámico argentino, conviven en agradable sintonía en el primer disco de María Roldán, una cantante porteña de padre misionero que hasta ahora se había repartido entre diferentes géneros, la producción musical y hasta la música infantil. Así, De agua dulce reúne hermosas versiones de algunos letristas tangueros históricos, pero también del uruguayo Fernando Cabrera, de la correntina Teresa Parodi (en dos casos), de la cantautora Gabi La Malfa y hasta del mexicano Agustín Lara, entre otros. Así como la voz de Roldán es clara, entera y dúctil, los arreglos de Ariel Argañaraz visten su capacidad expresiva con novedosos colores, particularmente al modificar las matrices rítmicas de Siga el corso y (excepciones de un repertorio para nada obvio). El propio Argañaraz pone su guitarra de siete cuerdas al servicio de la grabación en casi todos los temas, en tanto que Augusto Argañaraz (en percusión), Javier Acevedo (en acordeón) y Juan Nevani (en piano clásico y rhodes) son los músicos que tejen la base instrumental del CD. Todo lo cual viene envuelto en un arte de tapa sobrio, que incluye unas insólitas figuritas troqueladas (alusivas al medio ambiente fluvial) y unas ranuras en la portada para insertarlas. O sea que también sirve como fuente de entretenimiento para los niños. ¡Chapeau!

Canciones de aquí y allá en austero formato
La biografía del cantor y guitarrista Brian Chambouleyron es muy particular. Nacido en Francia, se crió entre la Argentina, Brasil y México para finalmente radicarse en nuestro país. Las influencias que recibió en esos países explican en parte su eclecticismo a la hora de elegir repertorio. Otro rasgo que lo distingue es el estilo despojado e intimista de sus interpretaciones, que destaca las virtudes de cada canción. Así, como en la mayor parte de su discografía, se lo puede oír en su sexto disco solista, recientemente editado por Acqua Records. Bajo el oportuno título de Juglar, conviven allí versiones minimalistas de temas tangueros junto a perlas de autores tan disímiles como el uruguayo Alberto Mastra, el argentino Lucho Guedes, el portugués Froilán Aguilar, el mexicano Cuco Sánchez o el italiano Domenico Modugno. Si bien es el ideólogo de todos los arreglos y el guitarrista más asiduo del disco, en el acompañamiento de seis cuerdas lo sostienen por momentos Nicolás Ciocchini, Lucho Guedes y Daniel Yaría.

Dinámica de lo impensado
La libertad campea en Todos los tiempos ahora, el primer CD del Gustavo Nasuti Grupo, presentado las últimas semanas en Buenos Aires. Una inusual alquimia de guitarra, violín, clarinete bajo, batería, acordeón y objetos varios redunda en corrientes sonoras que pueden empantanarse en disonancias propias de John Cage para luego retomar cauces más conocidos, vinculados a géneros populares rioplatenses. La canción, que apenas se asoma en algunas de las diez pistas a través de voces invitadas y de la del propio Nasuti, sólo aflora nítida y contundente en Perico Alcasotro, el retrato de un ser marginal compuesto por el poeta Higinio Mena.
Multiinstrumentista, compositor y arreglador de amplia experiencia, Nasuti se ha destacado hasta hoy como un dúctil acompañante de diversos cantantes y músicos, así como en la tarea docente en la zona oeste del Gran Buenos Aires. En este, su sexto disco solista, es evidente su talento y originalidad. Como también es evidente que su música no es para cualquiera; requiere una escucha abierta a lo insospechado, a la tradición atravesada por lo experimental y a esas ideas que requieren mucho más que tres minutos para el desarrollo de un tema musical.

Del amor y sus cicatrices
El debut disccográfico de Lorena Hermida la revela como una gran cantante de música popular, tanto argentina, en particular, como latinoamericana en general. Basta escucharla en una o dos de las doce versiones de Flor de otoño para valorar su hermosa voz de mezzosoprano, su fraseo y sus giros expresivos. Una dicción clara, generosa, parece rimar con el carácter sensual y luminoso de las letras que elige. Para el despligue de esas virtudes contó con la complicidad de un trío de guitarra, contrabajo y percusión, oportunamente arreglado por Nicolás Mustillo, a quienes en algunos pasajes se suman artistas invitados, como la cantante Roxana Amed (docente y referente de Hermida). Asimismo, al basar su repertorio en autores poco transitados, consigue difundir piezas que refrescan los sentidos y evitar las (de común odiosas) comparaciones con versiones siempre latentes. 


En la imagen, portada de Juglar.