Más allá de cómo logra cada uno elaborar la adversidad y qué estrategias se van probando para mantener cierto nivel de actividad, lo cierto es que el panorama para los músicos y bailarines es oscuro. O desafiante, para verlo con ojos menos pesimistas. No sólo están suspendidos los recitales, conciertos, peñas, milongas y espectáculos desde hace un mes y medio, sino que, una vez reestablecida la producción de bienes y servicios tras la cuarentena, todo indica que el rubro artístico seguirá virtualmente inactivo durante muchas semanas más. El miedo al contagio no se disipará enseguida y los argentinos que vieron caer sus ingresos en estos meses de cuarentena tardarán bastante en volver a gastar en un show, un disco o unos zapatos de baile. Se sabe: los de consumo cultural son los gastos que primero se recortan.
Ante ese panorama, una serie de “colectivos” tangueros se juntaron para manifestar su preocupación por el futuro de los artistas que representan y para elevar dos propuestas a las autoridades nacionales. En concreto, entidades diversas como la Unión de Orquestas Típicas, la Plataforma de Tango Escénico Actual y la Asociación Civil Cambalache (entre otras 33) proponen que los medios oficiales divulguen las creaciones de artistas del llamado tango independiente (no comercial) y la creación de una plataforma digital con performances de esos mismos artistas. En el siguiente link, se puede leer el texto completo del documento:
https://www.facebook.com/106596717517998/photos/a.107744054069931/153180279526308/?type=3&__tn__=-R
En simultáneo, esas agrupaciones están elaborando un petitorio similar para presentar ante el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires con dos ejes fundamentales: difusión del mentado repertorio de obras en los medios públicos del municipio y “refundación” del Festival de Tango que cada agosto organiza el gobierno porteño.
Carlos Bevilacqua
Imagen tomada de https://www.pxfuel.com/es/free-photo-ximop (catalogada como marcada para volver a utilizar).
Publicado el 30-4-2020.