Por estos días, el ingenio de músicos y bailarines es exigido al máximo para afrontar la falta de trabajo. Acá reseñamos algunas de las acciones colectivas que se vienen impulsando, las principales líneas de ayuda que brinda el Estado nacional y un par de audaces apuestas al futuro.
¿Qué reacciones tuvieron los cantantes, instrumentistas, bailarines y coreógrafos que en pocos días vieron como todo (o casi todo) el trabajo que tenían se desvaneció en manos de ese enemigo invisible que nos tiene en vilo? La sensibilidad propia del artista se tradujo en muchas, no excluyentes. El estupor, la tristeza, la catarsis virtual, la esperanza, el miedo, la empatía, el impulso de asociarse, el recital espontáneo por Facebook, el programado… Todo cupo en estos 50 días. ¡Y quién sabe qué pueden generar las próximas semanas de encierro!
Por lo pronto, también hubo quienes se juntaron –aunque sea vía Zoom o Skype– con un afán gremial para considerar y debatir alternativas, seleccionar entre ellas las mejores, pulirlas y tratar de modificar la realidad.
El músico como trabajador
(en general precarizado)
Más de 2800 son los músicos que adhieren a un comunicado de la agrupación Músicxs Argentinxs en la que, luego de aclarar que no pretenden un tratamiento especial, exponen una realidad común a tantos: muchos de ellos están con dificultades para pagar el alquiler de sus viviendas y hasta para solventar su alimentación.
El documento, difundido a mediados de abril, propone facilitar el acceso de los músicos más necesitados a los apoyos económicos que brindan el Ministerio de Cultura de la Nación y el Instituto Nacional de la Música. En ese sentido, también sugieren cruzar información con otras entidades que ya vienen trabajando en colectivo, como SADEM, FAMI, FAM, sindicatos provinciales y los mismos firmantes. Para acceder al texto completo de la proclama pueden escribir a musicxsargentinxs@gmail.com.
No fue el único gremio de músicos que se movilizó ante este duro y súbito panorama. Varias decenas de artistas y ensambles participaron del Festival online que vía Facebook Live organizó la agrupación Músicos Organizados el 19-4. ¿La consigna? “Por una compensación económica y trabajo para todos”. En el petitorio que presentaron el 4-5 ante el Director de Industrias Culturales de la Nación fueron más precisos: pedían $30.000 mensuales y exención del pago del monotributo mientras dure la emergencia sanitaria, así como la generación de un circuito de música en vivo online, entre otros puntos.
Reclamos que buscaron reproducir con un “tweetazo” a nivel nacional el 1º de mayo, Día del Trabajador, fecha en la que además publicaron videos en los que músicos de diferentes géneros asumen el reclamo en primera persona.
Ya a principios de abril la Asociación Argentina de Agentes de Prensa del Arte y la Cultura había advertido que la cuarentena ponía a la gran mayoría de sus miembros en estado de emergencia por la cancelación casi total de sus tareas. Aunque consideran acertadas las medidas tomadas en la Argentina para frenar el avance del COVID-19, instan a que una vez superada la pandemia pueda darse un espacio de diálogo y debate sobre la realidad laboral que los atraviesa.
¿Qué hay disponible?
A través de diferentes herramientas, el Estado busca paliar la caída de ingresos que generó la pandemia en la comunidad artística. A las ayudas extraordinarias de $10.000 para músicos que oportunamente difundimos a través de las redes sociales de Melografías, se fueron sumando otras. Tal es el caso del Fondo Desarrollar, que consiste en un apoyo económico para que los espacios culturales puedan afrontar los gastos corrientes u operativos. Un sistema lanzado el 14-4 y al que se puede aspirar hasta el 12-5.
El Ministerio de Cultura de la Nación elaboró un documento que compila las acciones que viene llevando adelante en apoyo a los trabajadores del área desde que se inició la propagación de COVID-19 entre nosotros.
Asimismo, todas las personas u organizaciones vinculadas al quehacer cultural tienen todavía la posibilidad de participar de una gran encuesta que realiza el Ministerio de Cultura de la Nación desde el 6-4. El objetivo, según anuncia el organismo oficial, es generar información estadística de calidad sobre los diversos sectores de la cultura en nuestro país: sus problemáticas y necesidades habituales y, en particular, en este contexto de aislamiento preventivo obligatorio.
Qué será de ti
(conmigo en casa)
Muchos de los mentados espacios culturales tomaron sus propias iniciativas para sobrevivir durante este período. Hasta Trilce, el bar con teatro del barrio porteño de Almagro, difundió dos formas en que el público puede ayudar al sostenimiento del lugar: una cuota mensual de entre $200 y $300 para conseguir descuentos en comidas, talleres, entradas, librerías y la compra de discos; y las “compras futuras”, por las que se pueden adquirir comidas y bebidas a precio actual para disfrutar cuando se levanten las restricciones para los lugares de reunión.
A Circe, el centro cultural con escenario para música en vivo del barrio porteño de Palermo, la pandemia lo sorprendió en plena mudanza. Por eso, y para no renunciar al sueño de reabrir en otro inmueble de Villa Crespo, convoca a colaborar con donaciones de entre $500 y $2500 a cambio de entradas futuras.
El festival que no se rinde
Entre los pocos encuentros masivos que –aunque reformulados– se llevarán a cabo a pesar de las medidas de aislamiento social, está el Festival Internacional de Danza Emergente (FIDEBA). Se trata de una plataforma periódica que busca extender y renovar los vínculos entre los trabajadores de la danza de diferentes regiones.
“Decidimos llevar adelante esta edición entre la extrañeza y la incertidumbre de nuestros días. Hacemos esta apuesta para poner en valor lo realizado hasta aquí, distribuir los recursos entre una comunidad artística en emergencia y darnos la oportunidad de construir desde lo que queda, desde lo que hay”, señalan los organizadores, que constituyen una red de artistas y gestores independientes.
La cuarta edición de este festival constará de video-performances, entrevistas, conferencias, conversaciones con artistas y gestores, presentaciones de textos especializados, producciones fotográficas y audiovisuales. Todo de manera remota.
Es interesante atender a los planteos que realizan frente la situación de encierro: “La virtualidad no fue elegida, pero ¿qué posibilita? ¿Qué se provoca? ¿Desaparecen las obras? ¿Qué tienen para decir hoy lxs artistas? ¿Cómo podemos practicar nuevas formas de cercanía en este contexto? ¿Cómo hacemos para estar con otrxs? Preguntas que exceden el ámbito de la danza: ¿qué les pasa a los cuerpos?”
Las actividades se desarrollarán entre el 11 y el 16 de mayo próximos a través de Youtube, Facebook, Instagram y el sitio web del FIDEBA. Participarán artistas y elencos nacionales de la CABA, La Plata, Mendoza y Bahía Blanca, así como extranjeros oriundos de Brasil, Colombia, Uruguay, España y Suiza. La programación completa está disponible en https://fideba.com.ar/edicion-2020/programacion/.
Carlos Bevilacqua
En las imágenes: foto 1, de uso libre extraída de www.pto.hu; foto 2, impresión de pantalla de la grabación del Festival online de Músicos Organizados; foto 3, vista parcial del bar de Hasta Trilce (foto extraída de https://www.tripadvisor.com); y foto 4, una escena de No envejeceremos juntos, obra que integrará la programación del FIDEBA (gentileza de Andrea Feiguín).
Publicado el 10-5-2020.