Hola, ¿cómo estás? Ya sé, no me digás, tenés razón: la vida es una herida absurda. Y más estando en cuarentena. Acaso el mejor remedio (además de organizarse, hacerle un espacio al placer y mover un poco el esqueleto) sea recordar que estamos haciendo –de lo probado hasta ahora– lo más efectivo para minimizar el impacto de esta peste. Y que las muertes que estamos evitando podrían ser la de tu viejo, tu pareja, un amigo o la tuya misma. ¿Te levanté el ánimo? Bue… ¡a lo nuestro!
Ya que es un gran momento para emprender (?), desde Melografías decidimos lanzar este boletín semanal, que tal vez no sea semanal. El tiempo –incluido el COVID y sus circunstancias– dirá.
Por lo pronto, seamos felices mientras estemos aquí. ¿Y en qué andamos? Los aficionados a la música y el baile estamos entre la desazón por todo lo que se suspendió (por ende, lo que no podemos ver ni escuchar) y el consuelo de algunas alternativas audiovisuales que se suman a las que ya abundaban para disfrutar en casa. Los ejemplos se cuentan por decenas y, según el radio de nuestros gustos (aunque sobre todo de nuestros “likes” en las redes sociales), es que nos enteramos de unos y no de otros.
De muestras, van estos hipervínculos
Sólo de la casilla de correo de Melografías emergen propuestas como las emisiones de Unísono, programa del Instituto Nacional de la Música basado en las performances de músicos independientes de todo el país y que se emite por la TV Pública. Mañana sábado 2, a las 20:30, estará conducido por Gustavo Santaolalla y el domingo, en el mismo horario, por Sandra Mihanovich.
El gobierno porteño, por su parte, ofrece varios contenidos atractivos en su plataforma Cultura en Casa. Uno es La consagración de la primavera por el Ballet Contemporáneo del Teatro San Martín. Otro, el concierto liderado por Ricardo y Andrés Pellican en el ciclo Jazzología de 2018. Pero hay mucho más para chusmear…
En otros casos, las noticias llegan directamente de sus generadores. La bailarina y docente Andrea Uchitel, por caso, anuncia que extendió la promoción de pre-venta de su flamante libro Bailar tango, mecánicas del abrazo hasta el 17-5. Gracias a la cual se pueden ahorrar unos $400. Más detalles en https://www.facebook.com/mecanicasdelabrazo/
Para quienes estén pasando la cuarentena con niñes (los compadezco con conocimiento de causa), una buena opción pueden ser los 7 temas que el cantautor Damián Rovner colgó en Youtube. Son parte de su disco Cajita de sueños y ahí suenan con invitados de renombre como Kevin Johansen y “Cucuza” Castiello.
El local de música en vivo Bebop Club, en tanto, genera entrevistas en vivo con algunos de los artistas que poblaron su escenario, hoy inactivo. A través de Instragram Live y a razón de una vez por semana, ya se pudieron ver y escuchar los testimonios de Déborah Dixon, Gillespi e Inés Estévez, entre otros. Este martes a las 19 será el turno de la actriz, cantante y bailarina Mariu Fernández.
Un rubro congelado
¿Pero cómo están atravesando esta coyuntura los productores de bienes artísticos? Como muchos de ustedes habrán podido observar, muchos decidieron cantar y tocar periódicamente vía Facebook. Y no son pocos los que también reformularon sus clases hacia la modalidad a distancia valiéndose de programas como Zoom o Skype.
Más allá de cómo logra cada uno elaborar la adversidad y qué estrategias se van probando para mantener cierto nivel de actividad, lo cierto es que el panorama para los músicos y bailarines es oscuro. O desafiante, para verlo con ojos menos pesimistas. No sólo están suspendidos los recitales, conciertos, peñas, milongas y espectáculos desde hace un mes y medio, sino que, una vez reactivada la economía tras la cuarentena, todo indica que el rubro artístico seguirá virtualmente inactivo durante muchas semanas más. El miedo al contagio no se disipará enseguida y los argentinos que vieron caer sus ingresos en estos meses de cuarentena tardarán bastante en volver a gastar en un show, un disco o unos zapatos de baile. Se sabe: los de consumo cultural son los gastos que primero se recortan.
Ante ese panorama, una serie de “colectivos” tangueros (no, no los fileteados por Martiniano Arce ni el 19 que manejaba Goyeneche) se juntaron para manifestar su preocupación por el futuro de los artistas que representan y para elevar dos propuestas a las autoridades nacionales. En concreto, entidades diversas como la Unión de Orquestas Típicas, la Plataforma de Tango Escénico Actual y la Asociación Civil Cambalache (entre otras 33) proponen que los medios oficiales divulguen las creaciones de artistas del llamado tango independiente (no comercial) y la creación de una plataforma digital con performances de esos mismos artistas.
En simultáneo, esas agrupaciones están elaborando un petitorio similar para presentar ante el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires con dos ejes fundamentales: difusión del mentado repertorio de obras en los medios públicos del municipio y “refundación” del Festival de Tango que cada agosto organiza el gobierno porteño.
¿Qué clase de alivio podría traer una política estatal así? Es un lindo tema para debatir después del aplauso de las 21.
Disco por ahora virtual
En este contexto tan raro también se presentó un disco. Sí. De manera virtual y en formato digital, pero disco al fin. Hablamos del cuarto álbum de una artista impar a la que conviene prestarle atención: Luciana Jury. Aunque todavía muchos tienden a relacionar su nombre con el parentesco que tiene con Leonardo Favio (es su sobrina), hace ya varios años que viene demostrando que tiene talento de sobra para prescindir de ese dato.
Esta vez la potencia de su voz y su expresividad con reminiscencias del flamenco se perciben en 12 canciones folclóricas latinoamericanas cuyo origen va de nuestra Córdoba al Caribe. El álbum, titulado Abrazo (vaya nombre para esta época), ya se puede escuchar vía Spotify y I-tunes. También podés escuchar a Jury cantando en este video de difusión publicado en Youtube.
De todo, como en botica
Esta semana el autor de estas líneas terminó de ver la serie musical estadounidense Glee. Lo cual no debería constituir de por sí una noticia, si no fuera porque es la primera vez que el susodicho llega ver todos los capítulos de una de esas producciones disponibles en Netflix (6 temporadas, claro que en unos seis meses…). En cualquier caso, me permito recomendarla. Particularmente si sos aficionado al género y te gustan el rock y el pop en inglés.
Para los tangueros que dispongan de algún acceso a Spotify, acá va una lista representativa de la que para mí es una de las cumbres del tango: la simbiosis entre la orquesta de Lucio Demare y el cantor Raúl Berón: https://open.spotify.com/album/0KN51hiGRF9LzPmXHVzAzg?si=3XJgT9IGSoGh11zi0gmnjQ
Si llegaste hasta acá es porque te gustó (o al menos te interesó) lo que fuiste encontrando, así que ¡gracias! Y espero que nos volvamos a leer pronto. Para eso, espero tus opiniones.
Desde algún lugar de la ciudad de la furia contenida,
Carlos Bevilacqua
Publicado el 1-5-2020.