Juego de damas
No es común que una misma agrupación aborde ritmos folclóricos argentinos, peruanos y brasileños con similar solvencia. Tampoco que lo haga en base a composiciones propias. Y menos tratándose de artistas jóvenes. Por eso es tan auspicioso este primer disco de Sisa, quinteto enteramente femenino que en sus letras da un lugar central a la naturaleza, sea por metáfora o alusión directa. La originalidad se extiende a las texturas, que integran timbres de guitarra (Florencia Knoblovits), violín (Florencia Marino), bajo eléctrico (Florencia Cagnone) y una variada percusión (Marcela Achy). Completa el elenco Mariana Hernández como voz principal, pero proclive a juegos vocales con sus compañeras. Creciente, edición independiente, 2020. Link para escucharlo
Presente y futuro
Apenas 26 minutos repartidos en 6 temas le bastaron a la orquesta Taxxi Tango XXI para registrar en su segundo álbum una elocuencia infrecuente. Integrada por jóvenes músicos argentinos y franceses residentes en París, seduce en general por potencia, muchas veces por sutileza; siempre por amalgama. Virtudes desplegadas sobre piezas originales y bajo la batuta de uno de los diez instrumentistas: Pablo Gignoli, además de bandoneonista, arreglador y autor de parte del repertorio. La otra pluma del grupo es Sebastián Rossi, quien como cantante conmueve con versos crudos, que pueden referirse a nuestra insensatez como consumidores o a la vida cotidiana de la población civil durante una guerra. Alimentation générale. Edición independiente, 2020.Link para escucharlo
Folclore de autor
“Depende de quién sea el decidor vas a pensar. Depende de vos / de mí también / de razonar. Desatando nudos / atando cabos”, cantan Inés Ramos y Aldo Felaj, sobre un ritmo de murga. No en vano son ellos los Decidores, aunque en este segundo disco suenen muchas veces acompañados por nutridas y cambiantes orquestaciones. Es que no es lo mismo el tono introspectivo o filosófico que la charla entre el río y un poblador costero. O una chacarera que una zamba. Tal heterogeneidad no impide que el dúo muestre algunas señas de identidad muy definidas: un sonido propio (que incluye pero que también excede lo folclórico), el lugar preponderante de la guitarra y los colores que logran las voces de ambos. Mudanza, Edición independiente, 2020. Link para escucharlo
Extraña pareja
Meramente instrumental, este disco reúne piezas de Claudio Ceccoli interpretadas por él mismo en guitarra y Diego Suárez en flautas. Una combinación tímbrica inusual que acá habilita incontables dimensiones, gracias a la ingeniosa ductilidad de ambos y a un par de peculiaridades: Ceccoli toca una guitarra de ocho cuerdas (dos más que las habituales) y Súarez flautas afinadas en dos escalas diferentes. Así es como se explayan de lo lindo en torno a ritmos de frecuentes reminiscencias folclóricas, con lugar para los contrapuntos, unísonos armónicos y algunos solos. Discursos que bautizaron con nombres como Mirando tejados vecinos, El chúcaro de mi casa, Conurbano, Cielo de octubre o Sotaque argentino. A los saltos. Editado por PAI, 2020. Link para escucharlo
Mensajes cifrados
Del nuevo álbum de Lisandro Aristimuño su gacetilla de prensa dice que dialoga con su vida personal y con las maneras mediatizadas en que hoy nos comunicamos. Podría ser, como no. Al menos desde las letras, el cantautor rionegrino es muy poco taxativo en este, su décimo disco. Sólo en Comen, canción co-escrita y co-interpretada con el rapero Wos, los versos tienen un sentido nítido. El plano instrumental es más variable, aunque predominan ciertas atmósferas densas, marcadas por sonidos electrónicos diseñados por el propio Aristimuño. Él también aporta el sonido de cinco instrumentos concretos, además de su voz. El resultado general hace honor a su nombre. Criptograma. Editado por Viento Azul, 2020. Link para escucharlo
Textos de las reseñas: Carlos Bevilacqua
Publicado el 16-8-2020.